sábado, 30 de enero de 2010

Una noche

Una noche lo conocí
y debo admitir
que no imaginaba
que fueras a transformarse
en lo que significa en mi vida.

Una noche lo besé
y ese beso tuvo un sabor distinto
sabía a azúcar, futuro y miel
y aunque era muy dulce para mí
quise besarlo otra vez.

Una noche lo tomé de la mano
y vi que tomaba la mía con cariño
aproximándome a él
sentí una seguridad
que no había conocido.

Una noche lo abracé
y lo sentí abrazarme también
y en ese momento supe
que podía confiar en él
que no me abandonaría.

Una noche lo extrañé
y decidí desde el principio
que nunca más quería
volver a sentirme así
sin poder dormir.

Una noche lo amé
y nunca había sentido
a mi corazón latir así
como si quisiera saltar de mi pecho
para abrigarse en el de él.

Latir

Cuando veo tu ojos
y me pierdo en su profundidad
nada puede perturbar
mi tranquilidad.
Y siento como si pudiera
frenar por un segundo
el girar de la Tierra
y yo simplemente respiro.
Sintiendo en tu pecho
el latir de tu corazón
siento que el mio
late al mismo ritmo.
Somos dos
y también uno.

Más de una

Hace tiempo compartimos
más de una caricia
más de una sonrisa
más de un te quiero.
Hace tiempo que sabemos
que por muy lejos que estemos
estamos esperando
el momento del reencuentro.
Hace tiempo que estamos
caminando el mismo camino
cuidándonos, mimándonos
sin soltarnos las manos.

Diálogo con la Luna

Ayer le conté a la Luna
que estoy enamorada
y me preguntó de quién.
Le conté que sos dulce
le conté que me cuidás
le conté cómo me siento a tu lado.
Y después de escucharme
sorprendida me dice que no sabía
que una estrella se le había caído.
Me rei de su ocurrencia
pero pensé en la luz de tu mirada
pensé en la luz de tu sonrisa.
Y descubrí que tenía razón
había encontrado mi estrella
que hoy ilumina mi vida.