jueves, 26 de noviembre de 2009

Angustia de quince días

Es algo que no sucedió
que debería haber ocurrido
todo por una irregularidad
tan regular como preocupante.
Y no necesito más
que esa palabra tranquila
que dice que todo está bien
que todo estará bien.
Esa palabra que me conoce
que sabe qué decir y cómo
para que pueda creer
para que me pueda convencer.
Es que en tan sólo
dos segundos
la duda sí desaparece
dandole su lugar a una certeza.
Y entonces
la esperanza se desvanece
tornando el aire más denso
y vacío.
O quizás la esperanza
se transforma en alivio
pero el aire sigue denso
y aún más vacío.
No sé si por la palabra
que nunca dijiste
no sé si por lo que percibí
pero creo estar más sola que al principio.