domingo, 7 de diciembre de 2008

No digas nada

No me digas que no te gusta el chocolate los martes a las 5 de la mañana. No me digas que los viernes no son de pizza con amigos. No me digas que lunes no es el peor día de tu vida cada semana, igual que el miércoles, sólo porque es el primer día de la semana o porque es el que está en el medio. No me digas que la limonada batida te hace doler los dientes. No me digas que el helado te da hipo. No me digas que el teatro no tiene sentido. No me digas que una canción no puede arreglarte a veces el corazón. No me digas que los amigos no tienen muchas veces razón. No me digas que nunca quisiste cambiar algo que hiciste. No me digas que muchas veces borraste con el codo lo que escribiste con la mano. No me digas que las palabras se las lleva el viento sin mirarme a los ojos. No me digas que no te gustaría matar todas las moscas de una vez. No me digas que no te gusta ir a la cama después del café. No me digas que los domingos no tomás mate. No me digas que antes de salir de casa vas a revisar tres veces que esté cerrado el gas. No me digas que no vas a volver a fumar si dos segundos después vas a prendernos un cigarro. No me digas que no vas a volver a ponerle azúcar a mi café. No me digas que noviembre no es complicado igual que septiembre y octubre. No me digas que no si en realidad vas a decirme que sí. No me digas que no te busque si estás esperando que te encuentre. No me digas exactamente lo que quiero oír. No me digas que si te llaman no vas a atender. No me digas que elija la película si vas a mirarme con esos ojitos así. No me digas que vaya a comprar cigarros si tienes miedo de que no vuelva. No me digas que vas a dejar de usar la camisa rosa. No me digas que el mate tiene poca azúcar. No me digas que aumente el volumen de la televisión. No me digas que ya es tarde. No me digas que apague la luz. No me digas que...
No me digas nada.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Capítulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

(Rayuela, Julio Cortázar)

Hoy sólo me remito a esto...

martes, 18 de noviembre de 2008

Que no te mire

PhotobucketMe dices que no te mire, que no te mire con mis ojos... que no te mire con esos ojos, porque muestran más de lo que quisieras, porque te hacen sentir más de lo que preferirías, porque pareciera que los ojos se me van a romper, porque si los mirás se pueden partir y resquebrajar a la vez.
Me dices ojos de cristal, y que no te mire, que no te mire con mi mirada vidriosa, porque si me quiebro te puedo quebrar.

- sin título -

Fuimos dos y sólo dos.
Fuimos uno y también dos.
Fuimos dos y casi tres.
Fuimos dos y uno otra vez.
Fuimos uno aunque separados.
Fuimos dos y bastante juntos.
Fuimos uno y casi medio.
Fuimos uno con tres y cuatro.
Fuimos muchos y siempre juntos.
Fuimos y seguimos siendo.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Martes

Te dejé un beso en la frente
y dos cigarros empezados,
no te diste cuenta que ya
no me tenías a tu lado
hasta después de comer
y te fuiste a la cama solo,
y te faltó la otra voz
q te quitaba parte del almohadón.

- sin título -

Con mi cuerpo contra la ventana
te veo partir cada mañana
corres calle abajo en dirección a tu casa
y la puerta que se cierra
no es el gato, no es mi padre ni mi hermano,
es tu propia sombra que te sigue con retraso.
No eres realmente vos el que me deja
abrazada a mi almohada en tu lugar,
es esa parte de ti que sueña estar a mi lado
y que en las noches cuando duermes
se escapa de tus riendas y viene a mi.
Pero cada mañana corre calle abajo
porque tiene que estar contigo
cuando la alarma te diga
que ya es hora de despertar.

viernes, 3 de octubre de 2008

Lo que fuiste

Fuiste el chocolate de mi invierno.
Fuiste el diablo de mi infierno.
Y mi oso panda tierno.
Fuiste mi última caricia.
Fuiste la tentación de mi codicia.
Y hasta incluso de mi malicia.
Fuiste la razón de mi neurosis.
Fuiste el trauma de mi psicosis.
Y una mancha en mi pulmón.
Fuiste la abeja de mi miel.
Fuiste un mal sabor a hiel.
Y el estremecimiento de mi piel.
Fuiste mi libro preferido.
Fuiste mis puntos suspencivos.
Y una carta de amor.
Fuiste mi único te amo.
Fuiste mi bebé de treinta años.
Y el trastorno de mi corazón.

- sin título -

Por qué esconder
esas mañans de vender
como si fuera una fruta orgullosa
la malicia gratuita
de tu humanidad fortuita.

Por qué separar
y tratar de olvidar
o quizás explicar
por qué el agresivo león
tiene tanto en común
con tu femeneidad anterior.

Por qué hay que traducir
abrazos y besos y miradas
como si las viejas acostumbradas
no supieran en su interior
qué es lo que pretenden decir.

Por qué horas hay que dedicar
a ese incesante complicar
que en tradición se ha convertido
sólo para complicar
nuestra incipiente y nada nueva humanidad.

jueves, 14 de agosto de 2008

Fragmento III

Hoy fue uno de esos días en que no entiendo nada... y la lluvia cae al revés...
Fue uno de esos días en que los perros parecen piar y los pájaros maullar... y las cebras no son rayadas sino a pintitas... y lo peor... es que el chocolate sabe mal!
En los días así... simplemente no entiendo nada... no sé cómo funcionan... no me sé el mecanismo... son días como si tuvieras que dar un oral y no sabés ni para qué materia... o como si terminaras con tu novio/a y le decís "no sos vos, soy yo" y sí es él/ella...
En estos días... todo parece patas para arriba... y eso es más literal de lo que todos preferirían... hasta las hojas las uso al revés... pero eso no importa mucho... porque uso hojas lisas...
En un día como hoy... la luz no alumbra y la toalla no seca... el agua no moja y la alfombra no dice "Bienvenidos"... el viento no sopla... y tampoco silva... y lo más raro del día... es que la silla de la izquierda está tranquila.

Fragmento II

No me gustan los días fríos y tampoco los de mucho calor. Los que están muy iluminados tampoco y los lluviosos son peor.
Los días de luz de vela son mejores que los de oscuridad total... Pero por qué será... por qué... que algunos días son de luz de vela y otros de estrella y esos otros en los que nadie sabe como luce la luz...
Hay días que son de papel... y esos me molestan más... porque nunca se sabe hasta el final, qué tipo de papel son... Pueden ser de papel crepé... y destiñen... se te pegan en la piel y más de un baño necesitás para despegarlos de vos... son días que se quedan contigo por más de 24hs... Hay otros que son de papel madera... y parecen camuflarse para que no los veas... son días de fondo... Hay otros días que son de papel afiche... y pueden ser demasiado brillantes o demasiado oscuros... y nunca puedes arreglar lo que en ellos arruinaste... Hay días de papel glasé... y siempre parecen cortos... son opacos o brillantes a la luz... y cómo no mencionar a esos días de papel celofán... son transparentes y oscuros y siempre iguales... días en que la oscuridad es trasparente...
Y por último, están esos otros días de papel normal... A4, oficio, legal... rayado, cuadriculado, liso... en todos se puede borrar... pero siempre queda la marca... y sólo se escribe por encima...

martes, 10 de junio de 2008

Photobucket "Ya nadie sabe a ciencia cierta que es lo que pasa al final... yo sinceramente no tengo ni ganas ni tiempo de llegar al final en sí mismo...
Con quién tengo que hablar para asegurarme de eso?...digo, de no llegar al final... hay alguien específico?", le dijo la señora Minneti a Ofelia mientras cerraba de un portazo la ventana del techo. "Ella a veces no sabe que sé que no es ella", pensó Ofelia para si... y despegando una araña muerta del armario fue al patio a darle sepultura.

jueves, 17 de abril de 2008

Fragmento I

Por qué será que hay días que son sólo preguntas... y hay días que son sólo respuestas... y hay otros días que son sólo puntos suspensivos... o comas o puntos seguidos... y hasta hay algunos que son puntos apartes... y finales también...
Hay días que son en verso, y terminar con una estrofa muchas veces no es tan fácil... y cuanod hay que rimar... puede ser peor...
Algunos días son como... crónicas de una muerte anunciada... y muchos otros... son como... cien años de soledad...
Algunos tienen moraleja... pero en la mayoría no hay finales felices...
Hay días grises... y rojos... incluso negros... pero no... "magentas", por ejemplo... pueden ser días rosas... pero no magentas... Pueden ser hasta violetas... pero no "índigos"...
Hay días que son una novela, y otros que son una película... y unos pocos... que son simplemente fantásticos o mágicos... y de esos no nos olvidamos... pero de los olvidables, sí... y de esos que preferiríamos olvidar... de esos tampoco nos olvidamos... Hay otros días que son una comedia... y otros que son un drama...
Hay días que son suaves... como de peluche... y otros que parecen papel de lija... e incluso hay algunos que nos pinchan...
Hay días en los que no existo y hay otros en los que los otros no existen... y también hay algunos en los que sólo existen quiene yo quiero...
Hay días en los que no pasa... nada... Y hay otros... en los que pasa... todo.
Y también están esos días sin color... esos que no resisten categorías... esos inundados de realidad... llenos de nadas y vacíos de sueños y ensueños... pero llenos de puntos... y todos finales.

domingo, 30 de marzo de 2008

Diálogo

"Puedo hacerte cosas
que ella no puede ni mencionar",
te dije una vez.
"La quiero", respondiste.

"Sufrimos de locura y
la disfrutamos juntos a cada momento",
repliqué después.
"La quiero", me dijiste.

"Pudemos mirarnos por horas,
y decirnos mucho más que palabras con nuestros ojos",
se me escapo.
"La quiero", respondiste.

Estás con ella.
La quieres a ella.
Estás con ella
y conmigo no.

Puede que ya no me recuerdes,
puede que me hayas dejado atrás,
pero a ella dices que la quieres
y a mí dijiste amar.

Me confundes

Me confunden tus besos
a primera hora de la mañana.
Me confunden tus manos
tomando las mías por la calle.
Me confunden tus ojos
mirándo los míos en la tarde.
Me confunde tu piel
buscando rozar la mía en la noche.
Me confundes
porque no entiendo.
Me dices que no puedes estar conmigo
y no haces más que eso.
Me dices que no soportas mi presencia
y me sigues como mi propia sombra.
Me dices que la quieres a ella,
pero que sólo me amas a mí.

Sabes

Sabes que no puedo
no hablarte.
Sabes que no puedo
no imaginarte.

Sabes que no puedo no escucharte.
Sabes que no puedo
no verte.

Cuando cierro mis ojos
o miro el cielo.
Cuando cierro mis oidos
o me pierdo en la pared.

Recorro la oscuridad
con tu imagen a mi lado.
Recorro los llenos vacíos
con tu imagen de mentira.

Sabes que no puedo
no recordarte.
Sabes que no puedo
olvidarme de vos.

Sabes lo que fuiste.
Sabes lo que serás.
Sé cómo estás.
Sé que no volverás.

xelag

Eras vos.
Era tu contorno.
Era tu pelo.
Eran tus ojos.
Era tu nariz.
Eran tus pecas.
Era tu boca.
Era tu cuello.
Eran tu brazos.
Era tu cuerpo.
Eran tus manos.
Eran tus besos.
Eran tus manos sobre mi piel.
Eran tus manos en mi espalda.
Eran tus manos en mi cientura.
Eras vos.
Eras vos y yo.
Eran tus besos.
Eran tus labios.
Eran tus palabras.
Era mi reflejo en tus ojos avellana.
Era una despedida.
Era mi despertar.
Era el reloj.
Eran las siete y media de la mañana.

Secuencia

Él te busca.
Él te encuentra.
Él te habla.
Él te convence.
Él te besa.
Él te ama.
Él te abraza.
Él te sostiene.
Él te aprieta.
Él te asfixia.
Él te odia.
Él te deja.
Él se va.

Vos olvidas.
Él vuelve.

Vos recuerdas.
Él habla.
Vos recuerdas.
Él mira.
Vos recuerdas.
Él besa.

Vos te vas?
Él se queda?

Diferente

Un día de mierda,
no es por ser pesimista.
Ya se corta la cuerda
del asensorista.

una semana de mierda,
conclusiones de domingo,
se tensa la cuerda
de los amigos.

Un mes de mierda,
treinta y uno por la tarde.
Siguen jodiendo
la cuerda de la carne.

Un año de mierda,
treinta y uno del doce a las doce.
se fue al carajo la cuerda,
fueron demasiados los roces.